País Cátaro III – Parte II: Castillo de Peyrepertuse y Duilhac

Una vez terminamos de ver Queribus y Cucugnan, como sólo eran las 12:00 decidimos ir primero al pueblo de Duilhac-sous-Peyrepertuse, comer allí y luego tranquilamente ver el Castillo.Pais_Cataro_Duilhac

Duilhac-sous-Peyrepertuse

Aparcamos en la Route des Platanes, en la parte baja de este pintoresco pueblo rodeado de viñedos al abrigo de dos pliegues de piedra caliza de los Pirineos.

Pais_Cataro_Duilhac_Peyrepertuse

¡¡Con razón se dice que sus habitantes son «Sauta rocs» (salta rocas)!! 🙂  

Donde dejamos el coche hay un Antiguo Molino de Aceite, hoy convertido en posada. Justo al lado encontramos una fuente que mana directamente de la roca y que nos permitió reponer las reservas de agua que llevábamos en el coche.

Está decorada con un verso del poeta francés del s. XVI Pierre de Ronsard“Quiconque en boira qu’amoureux il devienne” (Quienquiera que beba, enamorado se volverá).

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Así nos pasó, que enamorados nos volvimos 🙂

Pais_Cataro_Le_fortFuimos subiendo hacia el “Fort” (el Fortín), vestigio del recinto amurallado medieval del s. XIV. En el interior se encuentra  la iglesia románica de Saint-Michel, de una sola nave. En el s. XIX se añadieron las capillas laterales que hoy forman el crucero y el campanario del lado sur. Desgraciadamente, en esta reforma perdió su portada románica original 🙁  El edificio actual fue restaurado hace unos quince años.

Justo enfrente de la entrada de la iglesia saliendo del Fort se encuentra una «croix des outrages» (Cruz de los Ultrajes) de Hierro, forjada por el herrero del pueblo en el s. XIX. Esta tipo de cruz se conoce en Cataluña como Creu dels Improperis y representa varios instrumentos que recuerdan los «ultrajes» o «improperios» que sufrió Jesucristo.

Aparte de detenernos a observar el encanto natural de Duilhac-sous-Peyrepertuse, desde el pueblo también teníamos unas buenas vistas del castillo, aunque algo limitadas por el saliente rocoso natural en el que se encuentra la fortificación y que forma parte de sus defensas naturales.

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El Castillo de Peyrepertuse se mimetiza perfectamente con el entorno, por lo que solo podemos ver la parte alta de la muralla y de los torreones.Pais_Cataro_Castillo_Peyrepertuse

De vuelta al coche, como no habíamos visto ningún sitio interesante para comer ni habíamos encontrado un merendero. Decidimos probar suerte de camino al castillo, puesto que habíamos comprobado que en el «País Cátaro» es muy habitual encontrar merenderos bien equipados en las carreteras (con mesas, fuente, cubos de basura, etc…)

El Castillo de Peyrepertuse

Pais_Cataro_sendero_Castillo_PeyrepertuseNuestro gozo en un pozo 🙁  . No vemos ningún merendero, así que comemos en el parking. Además, amenaza tormenta y suenan unos truenos tremendos :'(  … Da igual, ¡¡hemos venido a turistear!!, nos equipamos bien (chubasquero, botas, etc.) y compramos las entradas. Nos dieron este folleto, similar al de Queribus con información del castillo y del pueblo.

Tenéis información actualizada de horarios y precios en la web oficial, y valen los mismos descuentos que en Queribus.  La subida no es complicada, pero tampoco tan sencilla como Queribus. Eso sí, tiene muchísimo encanto, pues sigues un sendero rodeado de árboles.

Vimos gente con palos de senderismo y si los tenéis recomendamos llevarlos, ya que lo agradeceréis en más de una ocasión.

Por fin llegamos agotados tras casi media hora de subida y vimos como se cumplía la Ley de Murphy, «si vas cargado con un chubasquero, saldrá un sol de justicia».

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Nos hizo bastante ilusión encontrarnos a unos compatriotas españoles (de Albacete), ya que a pesar de su cercanía, no son muchos los que se aventuran a visitar esta zona del país vecino. Esperamos que con la lectura del blog alguno más os animéis ¡¡Saludos y recuerdos para Papi y Marta, que ya les hemos «engañado» para hacerlo!! 🙂  Pais_Cataro_Castillo_Peyrepertuse_1

Pais_Cataro_Castillo_Peyrepertuse_2El castillo está en la cima de una cresta caliza de 800 m de altitud que ya estaba habitada en época romana a principios del s. I a.C. Desde la cima se divisa perfectamente el Castillo de Queribus (a 5 Km) y el pueblo de Duillhac.

El recinto es tan grande como La Cité de Carcassonne, pero para poder verlo en todo su esplendor deberéis subir al punto mas alto, en la Capilla de Sant Jordi.

Desde allí también podréis apreciar los excepcionales sistemas de defensa de la fortaleza. Peyrepertuse es el conjunto más grande y bello de arquitectura militar del Midi Medieval.

La fortaleza tiene cuatro partes diferenciadas:

1. La muralla baja en forma de triángulo está defendida al norte por una espesa muralla acantonada con dos torres semi-circulares abiertas a la garganta.

2. El viejo torreón de plano complejo, se compone de la iglesia románica Sainte-Marie y de la vivienda del gobernador, articulándose alrededor de un patio cerrado.Castillo_Peyrepertuse_Sainte-Marie

3. La muralla mediana tiene grandes proporciones y acoge entre otras estructuras las ruinas de un gran edificio poligonal.

4. Para subir al Torreón de Saint-Jordi usaremos una «interminable» escalera en la roca, llamada de San Luís.Castillo_Peyrepertuse_Torreón_Saint-Jordi

En la amplia explanada antes de la construcción poligonal vimos un espectáculo de cetrería. En temporada alta tiene dos pases diarios, y los horarios los podéis consultar abajo, en la zona de taquillas. El espectáculo es en francés, pero no deja de ser interesante.

Una vez visitamos todo el castillo, nos sentamos tranquilamente a ver el espectáculo de cetrería, que es un Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad desde 2010.

Castillo_Peyrepertuse_cetrería_1Castillo_Peyrepertuse_cetreríaCastillo_Peyrepertuse_cetrería_2

Casi finalizado el espectáculo, las nubes grises que veíamos en el cielo nos decidieron a bajar. Una vez en la zona de taquillas nos tomamos un refresco (de máquina, ya que no hay cafetería) para reponer fuerzas.

En total nos tomó unas tres horas subir, verlo todo y bajar. Nuevamente cogimos el coche y nos dirigimos a las Gorges de Galamus.

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