Consejos para viajar a Amsterdam
Conocemos la «Venecia del Norte» por el Barrio Rojo, las bicicletas y las casas que se apoyan unas en otras y están como mecidas por el viento. Pero Ámsterdam también fue la primera ciudad europea en la que los no judíos se manifestaron contra las atrocidades nazis, lo que le valió el apelativo de «Valiente, Inquebrantable y Compasiva».
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Oficina de Turismo de Holanda en Madrid
Actualmente no hay Oficina de Turismo, sino que este área se lleva desde la Embajada de Holanda en Madrid:
Paseo de la Castellana 259 D, planta 36 Torre Espacio. 28046 Madrid. Tel. 91 360 50 40
Aparte de su excelente página web, la página http://www.iamsterdam.com/es/ es totalmente imprescindible.
Para que nos os perdáis, os dejamos este mapa de Ámsterdam, cortesía de Lonely Planet para que podáis llevarlo con vosotros:
Nosotros además del mapa anterior, instalamos en el móvil la aplicación El mapa de Ámsterdam, que tiene horarios actualizados, callejero con ubicación GPS, etc. La versión de prueba nos sirvió perfectamente todo el tiempo que estuvimos en la ciudad.
Consejo: Instalad sólo aplicaciones de confianza y desde la tienda oficial. Desconfiad de las que os piden que entreguéis a vuestro primer hijo varón para poder funcionar 🙂 .
La guía como siempre nos la confeccionamos nosotros acudiendo a varias fuentes y a internet. Llevábamos cada día un par de folios con lo que íbamos a ver, y nuestra guía propia en el móvil por si había que hacer cambios en la ruta.
Vuelos a Ámsterdam
Viajamos con KLM por el horario, que nos permitió disfrutar de todo el día de llegada y el de vuelta en la ciudad. Si llegas a destino a las 10 de la noche o regresas a las 10 de la mañana son días perdidos 🙁 . Tenéis también vuelos a Ámsterdam con otras compañías, pero cuando nosotros lo miramos los precios eran parecidos y KLM nos permitía llevar equipaje al mismo precio.
El único aeropuerto de Ámsterdam es el Schiphol y el tren es la forma más barata y rápida de llegar al centro (unos 20 minutos). ¡¡Ojo!! Pagad con monedas en las máquinas. El pago en taquilla o con tarjeta cuesta 0,50 € más.
El tren te deja justo en la Estación Central y nada más salir os «chocáis» con la Oficina de Turismo (Stationsplein 10) que abre de 9:00 a 17:00. Aquí nos vino bien llevar nuestro propio mapa, porque en la Oficina te los cobran a 2,50 €.
Alojamiento barato en Ámsterdam
Lo más económico es viajar practicando couchsurfing, es decir convivir con personas que viven en Ámsterdam y comparten su vivienda con viajeros. Los albergues tienen precios para todos los bolsillos, entre 8 y 25 €.
El resto de oferta es muy variada, pero la gran afluencia de turistas hace muy recomendable tener una reserva. Es difícil lograr el equilibrio entre calidad y ubicación con un presupuesto razonable y los hoteles son bastante caros.
Nosotros nos decidimos por uno que más que hotel era un motel y que nos habían recomendado. El Nadia Hotel (Raadhuisstraat 51. Amsterdam Netherlands 1016 DD. Tlf : 31-206201550) es sencillo, con habitaciones pequeñas estilo camarotes, baño minúsculo y desayuno continental, pero perfecto para nuestras necesidades.
Su ubicación es excepcional, justo al lado de la Casa de Anna Frank y a un paso de la Plaza Dam. Además, el edificio es típico de Ámsterdam, estrecho con escaleras muy empinadas y el personal es fantástico (al llegar te dan mapas y bebidas de cortesía, suben y bajan las maletas, etc.). La conexión wifi es mala, pero no nos importó porque nos conectábamos al de la Casa de Ana Frank en el exterior y así disfrutábamos de las vistas de los canales 🙂
Los más atrevidos y pudientes también pueden alojarse ¡¡en una casa flotante!! Dormir en los canales de Ámsterdam es toda una experiencia, pero pagar en torno a 150 € por persona también 🙂 ¡¡quizá la próxima vez!!
Transporte
El más utilizado por sus habitantes es la bicicleta pero ¡¡ojo con alquilar una!! Ellos tiene experiencia en circular entre los coches y en usar el freno pedaleando hacia atrás, porque sus bicis no lo tienen en el manillar, así que si no estás acostumbrado… tortazo fijo… Un conocido alquilo unas bicis y al final iba andando y llevaba la bici de paseo.
Para desgracia de todos también hay coches, muy fastidiosos por el ruido y porque aparcan junto a los canales quitándoles todo el encanto 🙁 . El medio de transporte colectivo más utilizado es el tranvía que nosotros solíamos coger para regresar al hotel al final del día. Hay billetes normales y de 24 horas y las principales líneas de tranvía operan de 6:00 a 24:00 con frecuencias de 15 minutos.
Como hay canales, también hay watertaxis, e incluso el Floating Dutchman, ¡¡un autobús que va sobre el agua!!, aunque un poco caro (24 €/persona). Por supuesto, es imprescindible hacer un crucero por los canales, y aquí la oferta es enorme ¡¡Boaty te permite incluso alquilar tu propio barco!!
Para recorridos tipo subirte y bajarte en cualquier parada está Canal Bus. La mayoría de compañías tienen recorridos cada 45 minutos entre las 10:00 y las 19:00 y ofrecen audioguías en varios idiomas que te van comentando las cosas que ves. Algunas incluso ofrecen WIFI a bordo, aunque esto a nosotros nos parece una exageración. ¿Cual coger? La que tenga el recorrido que más os guste. Simplemente acercaos a Damrak, al lado de la Estación Central de Ámsterdam y elegid el que mejor os parezca. ¡¡OJO!! si llueve no hagáis el crucero porque los cristales se empañan y no se ve nada.
Qué comer
No recordamos especialmente bien la cocina holandesa sobre todo porque no pudimos sentarnos a comer ningún día. Compramos mucho en supermercados, sobre todo ensaladas, que son buenas, baratas y abundantes ¡¡ideales para comerte sentado a la orilla de un canal!!
Entre los platos típicos destacan el arenque salado (se come crudo), el lenguado, la trucha, la anguila, el cangrejo y los camarones. Dentro de los guisos tenéis el Stamppot (ragú con patatas, carne y verduras), el boerenkool met worst (col con salchichas) y el zuurkool met spek (chucrut con tocino). La sopa más famosa es la de guisantes.
Teníamos pensado comer Rijsttafel, un plato de origen colonial (Indonesia-Java) y que literalmente significa «mesa de arroz». Este plato se compone de veinte o más platitos y un cuenco grande de arroz, y se consume cada ingrediente con su salsa y un poco de arroz (¡¡ojo que algunos pican!!). Es un plato para degustan tranquilo y se relaciona con la fecundidad, pero no vimos ningún sitio que nos convenciese para comerlo.
El queso es caso aparte, porque comíamos de todo tipo en el desayuno y está todo buenísimo.
Qué beber
Se merecen un apartado especial la cerveza y ahora que está tan de moda el «fruto del enebro», la Ginebra. Los holandeses beben más cerveza que en España y son grandes productores… ¿será por los 80 años que estuvimos allí? 🙂 .
Todo el mundo conoce Heineken y sus marcas relacionadas. La más consumida es la pils (o largers), fresca, ligera y entra bien (destaca Kroon Pilsener). De la cerveza rubia recomendamos Christoffel y Trappe (que también tiene una «cerveza blanca», la White Trappiste). Las cervezas de temporada son artesanas y con cuerpo, aprovechad y bebed una spring bier si vais en primavera.
El aperitivo por antonomasia es el Joengegenever, ginebra de 38º que se mezcla con zumo de lima concentrado o con frutas rojas.
Se suele servir en un vaso con forma de tulipán. Nosotros que somos más cerveceros disfrutamos de varias pils en los cafés negros, unos establecimientos antiguos y acogedores que te transportan a épocas pasadas… pero ya os hablaremos de ellos en otro post, aunque os adelantamos que ¡¡Salud!! se dice ¡¡Proost!!
Los Holandeses
Cuando decíamos a un holandés que éramos de España lo primero que nos decían es «sol» en perfecto castellano … ¡¡estos pobres no han visitado el norte!! eso sí, ven un rayito de sol y ya están saliendo a la calle. Para los holandeses más jóvenes, nuestro país es donde reside San Nicolás y sus Pedritos (Papa Noel y sus duendes), que llegan todos los años en un barco de vapor. Ni los protestantes lograron erradicar esta tradición. El colmo de la influencia española es que «gratis» en holandés ¡¡se escribe igual!!.
El Clima
Fuimos en Julio y nos hizo un tiempo primaveral, así que por la mañana que se levantaba el día frió y gris chaqueta al canto y según avanzaba el día la ropa a la mochila hasta quedarnos en manga corta:
Excursiones desde Ámsterdam
Molinos de Zaanse Schans: visita obligatoria a tan sólo 20 minutos en tren. En su día hubo más de 1000 molinos (era un «polígono industrial» de la época). Cada molino tiene una función y nosotros visitamos el que permite serrar madera. También hay una especia de «parque temático» de holanda, con casas típicas, tiendas de souvenirs, etc.
Edam, Volendam y Marken: Tres pueblos encantadores que se pueden visitar en un sólo día fácilmente. Lo más famoso de Edam no son los quesos en sí, sino su mercado del queso, que se celebra todos los miércoles de julio y agosto. Volendam es un precioso pueblo pesquero que detrás de los diques principales tiene un conjunto de calles laberínticas denominadas Doolhof. Aquí coges un ferry que te lleva a Marken, un pueblo congelado en el tiempo y al que sólo se podía acceder por mar hasta que en 1953 hicieron una carretera. Pasear por Marken es una delicia, y no debéis iros sin visitar su fábrica-taller de zuecos.
Utrecht: Una visita muy interesante de la que tuvimos que prescindir porque el mal tiempo nos retrasó mucho en Amsterdam. La ciudad a orillas del Rin se encuentra a media hora en tren y si vais en sábado podréis disfrutar del concierto del carillón de la Domtoren desde los jardines del Claustro de la Catedral.
Museos
Los amantes de los museos están de suerte. Existe un pase anual (la Museumkaart) que te permite acceder gratis a más de 400 museos holandeses por sólo 59,90 €. Nosotros no lo dudamos, y lo amortizamos de sobra ya que todos son bastante interesantes. Antes duraba todo un año, pero ahora sólo son 31 días para no holandeses 🙁
Obviamente, uno de los principales es el Rijksmuseum, con sus cuadros de La ronda de Noche de Rembrandt y La Lechera de Johannes Vermeer; el Van Gogh Museum (Museo Van Gogh) nos decepcionó un poco ya que para nosotros sus mejores obras están en el museo Orsay de París (que además tiene más encanto).
Del resto de museos, nos quedamos con la Anne Frankhuis (Casa de Anna Frank). Recomendamos encarecidamente leer el Diario de Ana Frank antes de hacer esta visita. Son también interesantes el Tropenmuseum (Museo de los Tropicos, que se fundó como museo colonial), Rembrandthuis (Casa de Rembrandt, con mobiliario y objetos de la época, aunque no son los originales, porque se subastaron).
Quienes van con niños (o que son como niños, como nosotros 🙂 ) no pueden dejar de visitar el Historisch Museum (Museo de Historia, muy ameno y didáctico), Scheepvaarmusuem (Museo Naval con un navío del s. XVII de verdad) y NEMO (Museo de la Ciencia, también muy didáctico).
Iglesias y templos
Tras la Reforma, el sureste de Holanda siguió siendo católico mientras que el nordeste se hizo protestante aunque casi la mitad de la población se considera atea, por lo que muchas iglesias se han reconvertido en librerías, cafés y locales.
La Nieuwe Kerk (Iglesia Nueva) es de estilo gótico tardío y en ella se coronan los Reyes Holandeses, aunque se utiliza también para exposiciones y congresos.
La Oudekerk (Iglesia Vieja) es el edificio más antiguo de la ciudad y está en pleno Barrio Rojo, utilizándose también para exposiciones temporales.
Otras iglesias interesantes son la Westerkerk (Iglesia Occidental, donde se cree que reposa Rembrandt), la Zuiderkerk (Iglesia del Sur de carácter protestante) o Mozes en Aaronkerk (con torres gemelas inspiradas en la iglesia de Saint-Sulpice en París).
El templo más curioso es la iglesia-museo Amstelkring, que es una iglesia católica clandestina oculta en una buhardilla (de hecho se llama así, Ons’ Lieve Heer op Solder, o Nuestro Señor en la buhardilla).
Una de las visitas imprescindibles es la Sinagoga Portuguesa, construida por judíos españoles que buscaban la libertad religiosa, pero que se llamaron a si mismos portugueses para evitar conflictos con la población local, ya que era la época de la guerra con España.
Grachten (Canales)
Ámsterdam tiene más de 100 km. de canales con 25.000 árboles plantados en sus orillas, 1.500 puentes que los cruzan y unas 90 islas. Hay tres canales principales: Herengracht («canal de los señores»), el más bonito arquitectónicamente; el Keizergrach («canal del emperador») llamado así en honor del emperador Maximiliano I, quien otorgo permiso a la ciudad para llevar su corona en el blasón; y por último el Prinsengracht («canal del príncipe»)
Antiguamente eran las mareas las que con sus flujos y reflujos mantenían limpias las agua de los canales, pero hoy día existe un sistema de alcantarillado que renueva TODA el agua de los canales ¡¡cada 3 días!!
Parques y Jardines
Con tanta agua, es normal que Ámsterdam sea un vergel. El mayor parque del centro es VondelPark, configurado al estilo paisajista inglés con estanques y bosques. También alberga el Museo Cinematográfico. Dentro de los Jardines destaca el Begijnhof, un patio rodado de casas de principios del s. XIV que destaca por su tranquilidad.
Plazas
La más conocida de la ciudad es Leidseplein dónde a cualquier hora hay malabaristas, músicos ambulantes, comedores de fuego.. cuando llueve se refugian en los soportales y cuando deja de hacerlo salen corriendo a actuar. Rodean la plaza cines y teatros.
Nieuwmarkt es dura competencia de la anterior, buen ambiente gracias a los cafés musicales Cotton club y Café Cuba. Rembrantdplein está siempre muy animada con sus discotecas y terrazas. Spui alberga un mercado de arte y libros, y en la Plaza Max Euwe podréis jugar al ajedrez o visitar el restaurante Hard Rock.
Souvenirs y recuerdos
Tienes todo tipo de objetos y prendas de color naranja en cualquier tienda. Los souvenirs estrella son los tulipanes y los zuecos. Nosotros nos trajimos unas semillas de tulipan (parecen una cebolla) que compramos en el mercado de las flores (además, envían a todo el mundo, así que puedes pedir que te los envíen a casa), y unos zuecos pequeños (también hay muy grandes para usar de macetero), que compramos en Marken (son bastante más baratos). Por si acaso no teníamos éxito con los tulipanes, también compramos un tulipán de madera, pero ¡¡logramos que brotasen!!.
Otro producto típico es el queso que venden en todos sitios, pero aunque nos gusta mucho y lo envasan al vacío decidimos prescindir de él en nuestra vuelta a España.
Pues con esto ya tenéis una ligera idea de lo que os vais a encontrar en Ámsterdam. ¡¡Hasta pronto!!
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