La historia de Marrakech es la historia del propio Reino de Marruecos al que dió su nombre. Rabat es la capital oficial de Marruecos, Casablanca su «capital económica» y Fez su centro espiritual, pero Marrakech es su centro cultural y el alma del país.
La zona ya era un punto neurálgico de las rutas comerciales antes de que en el s. XI el emir almorávideYusuf ibn Tašufin fundase la ciudad que sería la joya de su imperio. Sin embargo, menos de 100 años después los almohades provenientes de las montañas del Atlas bajo el mando de Abu Yusuf Yaqub al-Mansur conquistaron y arrasaron Marrakech. Sobre los restos, levantarían sus propias construcciones, muchas de las cuales perduran hoy día. Del esplendor almorávide, hoy día sólo podemos contemplar la Qubba el Baruddiyn y la muralla de la Medina.
La Qubba el Baruddiyn
Curiosidades de la historia: Los muchos nombres de Marrakech
Hay muchas teorías sobre el origen del nombre de la ciudad. La más extendida dice que Marrakech proviene de la transcripción del bereber «Tamurt n Akkuc», que significa «Tierra de Dios». Los españoles, que nunca hemos sido buenos para los idiomas, castellanizamos el nombre como Marruecos, denominando así a toda la región. Este nombre se extendió por todo occidente, que llamó a sus habitantes marroquíes.
Marrakech también es conocida como «la ciudad roja» (la «Medina Al-Ham’rá») por el color encarnado de sus edificios. Al ser la puerta de entrada al sur del país también se la ha llamado la «Puerta del Sur». Pero para nosotros el apodo que mejor la define es el que le dieron los poetas árabes… la «Perla del Sur»
Bajo el dominio almohade Marrakech alcanzó un gran esplendor. Sin embargo, las derrotas almohades en la Península Ibérica propiciaron el ascenso de la dinastía de los benimerines en el s. XIII. Marrakech perdió su capitalidad en favor de Fez, sufriendo un progresivo deterioro. Sólo la suerte evitó su desaparición, como otras grandes ciudades del pasado.
El resurgimiento de Marrakech y su nueva caída
En el s. XVI la dinastía saadí conquistó Marrakech, y transformó la ciudad en su capital. Este fue un nuevo período de esplendor. Los saadíes no sólo reconstruyeron los antiguos edificios, sino que proyectaron opulentos palacios. El punto álgido sería la construcción de las espectaculares tumbas saadíes, en las que descansan más de medio centenar de miembros de esta dinastía.
En el s. XVII las luchas sucesorias acabaron con esta edad dorada y favorecieron el ascenso de los alauitas. Aun así, la inestabilidad política continuaría durante más de cien años. En este período, los más poderosos construían lujosas viviendas llamadas riads. Mientras, los más humildes vivían hacinados en sencillos alojamientos llamados fundouqs, y los edificios públicos decaían por falta de mantenimiento.
Curiosidades de la historia: El prolífico sultán alauita
Ismaíl de Marruecos fue el primer gran sultán de la dinastía. Se le apodaba «el sanguinario», pero más bien le deberían apodar «el vigoroso». Tenía cuatro esposas y medio millar de concubinas, pero además ¡¡tuvo más de 1.000 hijos!! No sabemos como le quedaba tiempo para matar a nadie con tanta vitalidad 🙂
Dada su extensa descendencia, no nos extraña que la dinastía alauita sea la que actualmente gobierna en Marruecos 😉
Un nuevo renacimiento
En el s. XVIII, el sultán alauita Mohammed III intentaría devolver a Marrakech su antiguo esplendor. Este gobernante por un lado redujo la presencia extranjera en las costas de Marruecos, como en el caso de Essaouira. Sin embargo, su mentalidad abierta le llevó a firmar numerosos tratados de paz con las potencias europeas.
Curiosidades de la historia: «Os recibimos americanos con alegría…»
Verdaderamente Mohammed III fue un hombre notable, adelantado a su tiempo. Bajo su gobierno, el Sultanato de Marruecos fue el primer país… ¡¡que reconoció a Estados Unidos como una nación independiente!! :O
Carta de agradecimiento de George Washington a Mohammed ben Abdallah (1787)
El protectorado francés
Desde el s. XIX, españoles y franceses se disputaron el control de Marruecos. Marrakech fue de las ciudades que más se opuso, llegando a prohibir la entrada de europeos. Finalmente en 1912 Francia se llevó el gato al agua, y subarrendó la parte norte de Marruecos a España ¡¡vaya mamoneo!! 🙁
Durante el protectorado Marrakech sufrió una gran remodelación urbana, con la creación de El Gueliz, un barrio totalmente «a la europea». Los franceses también instauraron el franco marroquí, y su presencia extendió el conocimiento de su idioma entre la población.
Tan occidentalizado está este barrio que tiene hasta cadenas de comida rápida
Obviamente los marroquíes no estaban muy contentos con la situación y hubo varias revueltas, que fueron sofocadas. Finalmente, durante los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial la presión contra los colonos se hizo insostenible y Marruecos recuperó su independencia. Sin embargo, nadie tenía claro el papel que desempeñaría Marrakech dentro del país recién emancipado.
La Marrakech moderna
Ya hemos dicho que Marrakech es el alma del país. Siempre que parece que llega la decadencia a la ciudad, sucede algo que la hace resurgir, manteniéndose imperecedera. En este caso, el exotismo de Marrakech atrajo a músicos y artistas que provocaron el renacimiento de la ciudad durante las décadas siguientes.
Convertida en una ciudad «de moda» para el mundo de la alta costura, diseñadores, editores de revistas y modelos buscaban adquirir viviendas con encanto en Marrakech.
Uno de los mayores representantes de este gusto por la ciudad fue el diseñador Yves Saint Laurent, cuyo legado sigue vivo en los Jardines Majorelle.
La Primavera Árabe
La Ciudad Imperial ha sido parte fundamental de los sucesos que han agitado Marruecos en nuestro siglo. En Marrakech, al igual que en otras ciudades, hubo manifestaciones en contra del excesivo poder del monarca Mohamed VI. Asimismo, después del atentado en la Plaza Jemaa el-Fna se realizaron marchas de repulsa del terrorismo que además insistían en la necesidad de reformas políticas.
Finalmente, la presión popular hizo que el rey promulgase una nueva Constitución que fue respaldada mayoritariamente por la población. La Constitución de Marruecos de 2011 reduce el poder del monarca en favor del presidente del Gobierno, y da más autonomía a las regiones. El texto además recoge derechos y libertades fundamentales.
Hoy día la ciudad está abierta al turismo y es la ciudad más visitada de Marruecos. Aun así, trata de mantener sus costumbres y esencia, que son parte de la magia que envuelve a Marrakech.
¡¡Hasta pronto!!
Palacio El Badi (s. XVI), edificado por el sultán Saadí Ahmed al-Mansur
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