Que ver en El Barco de Ávila: patrimonio, paisajes y tradiciones
Descubre la rica historia y el encanto de El Barco de Ávila. Enclavada al suroeste de la provincia de Ávila, cerca de la majestuosa Sierra de Gredos, esta maravillosa villa está rodeada de impresionantes paisajes naturales y sus calles empedradas esconden historias fascinantes. Aunque no tiene mar, aquí naufragó un Cristo 😱, acogió a un emperador camino de su retiro y un infame opresor encontró su destino final en el patíbulo. Acompáñanos a descubrir que ver en El Barco de Ávila, una joya a orillas del río Tormes.
Algo maravilloso debe tener El Barco de Ávila, porque la hemos visitado en dos ocasiones y queremos hacer bueno el dicho «no hay dos sin tres» 😜. La primera fue en una #TuitQuedadaMicologica dónde no cogimos muchas setas, pero sí nos enamoramos de esta villa. Nuestra segunda experiencia en Barco de Ávila fue en la #TuitquedadaPiornera durante el Festival del Piorno. Aquí la excusa fue ver cómo los piornos en flor cubrían Gredos de oro y por eso en muchas fotos de este artículo verás una bella decoración que no es nada habitual. Queda pendiente la tercera y la excusa ya la tenemos, una invitación a comer chuletón de Ávila 😋.
Contenidos del post
- 1 Pinceladas de la historia de El Barco de Ávila
- 2 Qué ver y hacer en El Barco de Ávila
- 2.1 Oficina de turismo de el Barco de Ávila
- 2.2 Puente Románico sobre el río Tormes
- 2.3 Ermita del Santísimo Cristo del Caño
- 2.4 El Museo de la Judía, Judías del Barco de Ávila
- 2.5 Puerta del Puente
- 2.6 Calle del Pozuelo
- 2.7 Plaza de las Acacias
- 2.8 Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora
- 2.9 Ermita de San Pedro
- 2.10 Casa del Reloj
- 2.11 Plaza de España
- 2.12 Calle Mayor
- 2.13 Castillo de Valdecorneja
- 2.14 El Mirador
- 2.15 Puerta del Ahorcado y restos de las murallas
- 2.16 Calle de la Regadera y de la Gallareta
- 3 Cómo llegar a Barco de Ávila
- 4 Alojamiento en Barco de Ávila
Pinceladas de la historia de El Barco de Ávila
Antes de la llegada de los romanos existía en esta zona un castro vetón, posiblemente en la zona dónde hoy día se alza el castillo. En época romana se construyó un puente sobre el río Tormes para comunicar este enclave estratégico con la Vía de la Plata, la calzada entre Asturica Augusta (Astorga) y Augusta Emerita (Mérida).
El Castillo de Valdecorneja se construyó en el s. XII, cuando el rey Alfonso VIII de Castilla le concedió fueros y el título de villa a El Barco de Ávila. Aunque el «Val de Corneja» era una circunscripción de Ávila, se segregaría como señorío independiente en el s. XIII. En el siglo siguiente pasaría a manos de la Casa de los Álvarez de Toledo, Duques de Alba, quienes reconstruyeron el castillo.
El Barco de Ávila y el Nuevo Mundo
En la Edad Moderna la historia de El Barco de Ávila estuvo íntimamente ligada a América. No en vano, fue cuna de personalidades cómo el clérigo Pedro de la Gasca, virrey de Perú que además fundó La Paz en Bolivia y la efímera Ciudad de El Barco en Argentina. También ilustre el barcense Juan Maldonado y Ordóñez de Villaquirán, fundador de San Cristóbal en Venezuela.
En el s. XVI, el Emperador Carlos I de España y V de Alemania durmió en una posada de la calle Mayor del Barco de Ávila antes de continuar su camino hacia el monasterio de Yuste. Después de salir de la localidad, al cruzar el cercano puerto de Tornavacas el emperador sentenció: «Ya no franquearé otro puerto que el de la muerte💀».
De la Guerra de la Independencia a la actualidad
En el s. XIX los franceses ocuparon El Barco de Ávila y se cuenta que se llevaron el Fuero de El Barco a Toulouse 😱. Por si fuese poco, nuestros amables vecinos también destruyeron parte del Puente Viejo, incluyendo la torre que había en su centro para el cobro del portazgo. Finalmente, el británico Lord Wellington liberó El Barco de Ávila del ejército francés.
Ya en el s. XX, la villa tuvo otro visitante ilustre, pues Ernest Hemingway recorrió la Sierra de Gredos y pasó un par de meses en El Barco de Ávila. El escritor elogiaba la belleza del pueblo, la amabilidad de sus gentes y las buenas truchas del Tormes. A finales de ese siglo, la buena comida elogiada por Hemingway tuvo su reconocimiento, pues las Judías de El Barco de Ávila fueron la primera legumbre española con Indicación Geográfica Protegida 😋. Y ya en el s. XXI allí sigue El Barco de Ávila, a orillas del río Tormes esperando que conozcas «la puerta de Gredos».
Qué ver y hacer en El Barco de Ávila
Te proponemos una breve ruta a pie por la localidad de unos 3 Km. Para ubicarte mejor, te dejamos este mapa de El Barco y así no te perderás ningún punto de interés. El Barco de Ávila está declarado Conjunto Histórico por la conservación de su trazado urbano medieval y de numerosos edificios antiguos, en especial su castillo.
Oficina de turismo de el Barco de Ávila
Se encuentra al final de la calle mayor, en el número 1 de la Plaza de la Constitución. Además de información, alquilan bicicletas para recorrer la localidad. Existe una ruta turística accesible ♿ con códigos QR, carteles en braille y una signogía para personas con discapacidad auditiva. Aplaudimos esta idea de acercar el turismo a todos los colectivos y ojalá todas las localidades de España tomasen nota. Como me gusta decir a mi ¡Un positivo! 🥰
Nosotros comenzamos esta ruta en el monumento más emblemático de la localidad el puente viejo, románico que no romano 😜.
Puente Románico sobre el río Tormes
Con sus más de 140 metros, el también conocido cómo Puente Viejo comunica desde tiempos indeterminados ambas orillas del río Tormes. Algunos defienden su origen romano, por los anchos pilares almohadillados y por ser zona de paso de calzadas romanas. La construcción actual data del s. XII, en estilo románico y en el s. XIX se le terminó de dar más o menos su aspecto actual.
El puente tiene ocho ojos, siendo los más anchos los centrales, y seis tajamares y contrafuertes, siendo en este caso los más grandes los más cercanos a la población. La forma del puente es alomada, o de «lomo de asno» y en el confluyen importante vías pecuarias que partían de Ávila, Palencia y Burgos e incluso un ramal de la Cañada Real Leonesa Occidental. La construcción del Puente Nuevo en el s. XX le hizo perder gran parte de su tráfico, pero todavía ofrece una de las mejores estampas de El Barco de Ávila.
Ermita del Santísimo Cristo del Caño
En el s XIII después de una crecida del Tormes, apareció un cristo de madera de tamaño natural en el margen izquierdo del río, junto al puente. Siendo su origen desconocido, lo llevaron en procesión a la Iglesia para dejarlo allí. Sorprendentemente, a la mañana siguiente apareció de nuevo a la orilla del río y nuevamente fue trasladado a la iglesia. Pero al día siguiente, otra vez encontraron en la ribera del río a este Cristo naufrago. Por eso, se decidió erigir un humilladero que acogió misas durante cuatro siglos. En el s. XVII este humilladero amenazaba ruina, y se construyó la actual ermita.
Seguro que te preguntas por qué Cristo del Caño y no «del río» o algo así. La explicación se encuentra en la corriente de agua que encontró cuando se construyó la ermita. Se aprovechó la misma para hacer una fuente de tres caños, y desde entonces se empezó a conocer así al Cristo.
Del exterior destacan sus sillares cuadrados y su bella puerta de arco de medio punto flanqueado por dos columnas. A ambos lados se puede ver el escudo de El Barco de Ávila tallado en piedra. Encima hay un tragaluz con relieves barrocos con formas vegetales y un sol del que salen rayos como dos columnas. Más arriba una espadaña con una campana que se toca en la procesión del Cristo del Caño, que se celebra el viernes antes del primer domingo de septiembre. El interior consta de una sola nave y alberga un retablo del Cristo muy venerado por los barcenses.
El Museo de la Judía, Judías del Barco de Ávila
El río Tormes es el «culpable» de que las judías de el Barco de Ávila estén tan buenas 😋. Son tan famosas que tienen hasta un museo, y su visita es un imprescindible que ver en El Barco de Ávila. Por eso, en el enlace del título encontrarás un completo artículo dedicado a él.
Una vez terminada la visita al Museo de la Judía, regresamos hacia el puente y justo enfrente sale la calle del mismo nombre. Allí todavía quedan vestigios de la antigua muralla que rodeada la villa.
Puerta del Puente
En sus tiempos, el Barco de Ávila contaba con cuatro puertas. De la Puerta del Puente sólo se conserva el arranque del arco, cuatro dovelas del s. XV y los restos del escudo de la familia Álvarez de Toledo. El interior es de mampostería y el exterior se cubrió con sillería. La puerta no se encuentra justo frente al puente para proporcionar una mejor defensa.
Desde este punto, sube por la calle del Puente y toma la calle que sale a mano izquierda.
Calle del Pozuelo
Atravesar esta calle es retroceder al pasado y recorrer la Villa medieval de El Barco de Ávila. Forma parte de un conjunto de calles que conservan su trazado del s. X y XI, adaptándose al terreno para conectar los principales puntos de la villa. Las construcciones tradicionales estaban edificadas entre dos zonas dedicadas a huertas y carecían de patio interior.
Una vez recorrida la calle Pozuelo tomamos la calle del Horno para volver a la calle del Puente hasta llegar a la Plaza de las Acacias.
Plaza de las Acacias
Sin duda uno de los espacios más interesantes que ver en El Barco de Ávila, porque fue lugar de enterramiento para las tres religiones 😱. Junto al árbol y la fuente estaba el cementerio judío, mientras que el islámico estaba en la propia plaza. En cuanto a los cristianos, hasta el s. XIX eran enterrados en la iglesia parroquial.
Esta plaza albergaba el Hospital de San Miguel, uno de los mas antiguos de España, hoy convertido en residencia de la tercera edad. Aun así, todavía conserva en su fachada un arco de medio punto y una espadaña. En esta misma plaza podemos ver, robusta cual fortaleza, la Iglesia Parroquial de El Barco de Ávila
Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora
Este maravilloso ejemplo del gótico abulense es uno de los imprescindibles que ver en El Barco de Ávila. Edificada en el s. XII con carácter defensivo, fue reformada en el s. XIV. Del exterior destacan su gran torre románica y sus ventanas góticas. Además, seguro que te llama la atención la espadaña del ábside, con una campana de «reloj suelto» 🤔. No te preocupes, que te explicamos lo que es 😜. El toque a reloj suelto es un toque especial de campana que se suele utilizar en fiestas y en el Barco de Ávila se utilizaba esta campana para ello.
El templo tiene tres puertas de acceso, siendo la principal la del lado sur. Consta de un arco apuntado rodeado por dos contrafuertes y cinco arquivoltas, que se apoyan en unas pequeñas columnas con capiteles decorados. Hay quien dice que en el capitel de la primera columna hay un retrato del arquitecto del edificio. En el lado norte está la Puerta del Perdón, más antigua y sencilla. La puerta del lado oeste perdió sus escaleras, y hoy día es una vidriera que da luz al interior.
Interior de la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora
El templo tiene planta basilical, con tres naves rematadas por ábsides poligonales que en el s. XIV sustituyeron a los originales. Lo mismo sucedió con el antiguo techo de madera, sustituido por magnificas bóvedas de crucerías. El coro alto con decoraciones mudéjares fue añadido en el s. XV, y el órgano barroco en el s. XVIII.
Destaca también la gran verja central forjada que protege la zona más importante de la iglesia, el altar mayor. Su retablo barroco del s. XVII se adapta perfectamente a la forma poligonal del ábside y está centrado en la figura de la Virgen, con la figura de su coronación en el ático rodeada de columnas salomónicas. Salimos del templo para continuar nuestro recorrido por la calle San Pedro del Barco, en cuya esquina está la casa natal de este santo.
Ermita de San Pedro
Hoy día se alza una ermita en el lugar de nacimiento de San Pedro del Barco. Este santo, nacido en el s. XI se retiró a un bosque cercano para llevar una vida de penitencia y oración. Allí, transformó un macizo montañoso en una fértil llanura para que los barcenses cultivasen judías. Se cuenta también que predicaba a los animales del bosque, y que convivía con dos corzas que le ayudaban a labrar la tierra. Aunque murió en El Barco de Ávila, las ciudades dónde predicó se disputaron el lugar de su entierro, y al final descansa en la Basílica de San Vicente en Ávila.
La ermita es tan austera y sobria cómo lo fue el santo en vida. La fachada es de granito con una gran puerta central. El interior apenas está decorado, y sólo destaca una figura de San Pedro del Barco. En su día también albergó el húmero del santo, hoy día custodiado en el Museo de la iglesia Parroquial.
Casa del Reloj
En la confluencia de la calle de San Pedro del Barco con la Calle Mayor se encuentra la Plaza Mayor, y este edificio del s. XVIII que ocupa lo que fueron las casas consistoriales desde el s. XV. El nombre de este típico edificio castellano se debe a que encima del balcón que da a la entrada de la plaza, se colocó en el s. XIX el reloj de la Villa con su correspondiente campana en el tejado. A día de hoy sigue dando la hora y en el interior se conserva la antigua maquinaria. Con el traslado de la Casa Consistorial, se habilitó también cómo sala de exposiciones.
Plaza de España
Tiene tres accesos, la Calle Toriles, la Calle de la Pasión y la Calle Mayor, justo al lado de la Casa del Reloj. Esta es la antigua plaza del azoguejo, el «mercado de carne» árabe, y es el centro de la vida social de la villa desde el s. XV. Su gran número de terrazas se debe a que en el s. XIX aquí se celebraban corridas de toros.
Fíjate en los pilares de los soportales, porque son reutilizaciones del Castillo, del convento y de la antigua alhóndiga. De todos ellos sólo uno tiene nombre, el poste de la paciencia. Está justo en la entrada de la Calle Mayor y se llama así porque en el esperaban los jornaleros a ser contratados y también es lugar de encuentro de jóvenes y enamorados. De las viviendas de la Plaza Mayor, destaca un edificio con crestería gótica y arcadas de piedra que probablemente vinieron del Castillo de Valdecorneja.
Y si esta es la Plaza Mayor, ¿Dónde está el Ayuntamiento 🤔? Pues escondido 😜. En el s. XVIII se construye la Casa de la Administración en el cruce de la Calle del Arco con la Calle de la Pasión. Sin embargo, la Casa Consistorial no se trasladó a este edificio tardo barroco hasta un siglo después.
Toma nuevamente la Calle Mayor para ver varios edificios singulares de El Barco de Ávila
Calle Mayor
En el número 4 se encuentra el Edificio del Fielato, o Casa de la Recaudación. En este edificio del s. XIV se cobraban los tributos de las mercancías que entraban y salían de la localidad. Destacan los dos ventanales adornados con columnas castellanas de granito que dan a la Plaza de España, que se usaban para facilitar a los mercaderes pagar los impuestos los días de mercado.
En el número 8 estaba la antigua Mezquita del s. XV que marcaba la entrada a la aljama o barrio árabe de El Barco de Ávila. Se reconoce por su puerta y ventana enrejada con arco conopial ambas. Conserva la inscripción «AllahuAkbar», o «Dios es el más Grande» en árabe. Junto a esta se representa una granada por el centenar de pobladores árabes cuyos orígenes procedían de la alpujarra granadina.
En el número 15 está la Casa de los Balcones, precisamente por ser la primera de la población en tener este elemento arquitectónico. También fue casa de la Inquisición, y su fachada es típica del s. XV, con puerta con arco de medio punto y dovelas que recuerdan al castillo. Fíjate también en la exquisita rejería que adorna su ventana.
Antiguamente, los presos eran encerrados en las Casas Consistoriales o en el Castillo. En el s. XVII se decidió adquirir dos viviendas en esta calle para transformarlas en cárcel. Aquí tuvo su sede el Juzgado y tras su remodelación, que mantuvo sus elementos estructurales, se utiliza para distintas actividades culturales. Actualmente, ocupa el número 33 de la calle, y destacan los vanos originales, sus ventanas enrejadas y su gran escalera de piedra.
Castillo de Valdecorneja
Si hay un imprescindible que ver en El Barco de Ávila sin duda es esta fortaleza, ubicada en la cima de una colina dónde en su día se alzó un castro vetón. La fortaleza que actualmente domina el paso del valle y del río Tormes es un castillo gótico de planta rectangular construido en el s. XIV.
Torres circulares protegen sus esquinas, completando sus defensas en su día un foso perimetral, un contrafoso y rastrillo. La entrada presenta un arco gótico con grandes dovelas, y a su lado se alza la torre del homenaje, de planta cuadrada. En el s. XV los señores de Valdecorneja cambiaron su uso estrictamente militar a residencial, convirtiendo su patio de armas en un patio de honor.
Los sucesivos conflictos armados unidos a su uso como cementerio hasta principios del s. XX acabaron con la mayor parte del interior del Castillo. Sin embargo, la acertada restauración de los años 80 nos permite apreciar plenamente los detalles de su exterior, cómo las ventanas góticas o las ménsulas trilobuladas de los matacanes.
Aunque sigue siendo propiedad de la Casa de Alba, tiene uso municipal, y su patio se utiliza en verano para realizar actos culturales.
El Mirador
En este lugar privilegiado tendrás unas increíbles vistas del río Tormes a tus pies, del puente medieval y del castillo y la antigua muralla medieval de El Barco de Ávila. Al igual que otras fortificaciones de la época cómo las murallas de Ávila, fue construida por Don Raimundo de Borgoña, marido de Urraca I de León, primera Señora de Valdecorneja y primera reina de Europa. Ojito no confundir con su tía también llamada Urraca y también nacida en León, pero señora de Zamora 😉.
Al igual que en el caso del castillo, las sucesivas guerras deterioraron la muralla. Además, empezaron a edificarse casas en el lienzo de la misma y se derribaron algunos de los accesos. Actualmente sólo se conserva la Puerta del Ahorcado y los restos de la Puerta del Puente vista al comienzo de la ruta. Para ver el resto de la Muralla, dirige tus pasos a la Plaza de la Constitución, dónde se encuentra la Oficina de Turismo. Continúa siguiendo el trazado original de la muralla por la calle del Chorretón y sigue por la calle del Teso.
Puerta del Ahorcado y restos de las murallas
En la confluencia de la calle del Teso con el paseo del Concejil se alza la única puerta de la muralla todavía en pie. Su nombre original era Puerta de San Lorenzo, aunque también se la conocía cómo Puerta de Piedrahita o Puerta de Ávila. Está flanqueada por dos torreones y su estilo es románico, aunque se trata de una reconstrucción del s. XVI. La restauración del s. XX añadió las almenas y aspilleras. Anexa a la Puerta del Ahorcado, caminando por el Paseo del Concejil, se puede ver una gran sección del lienzo de la muralla, incluyendo el único cubo que se conserva de la misma.
¿Y por qué se conoce cómo Puerta del Ahorcado? Porque según la tradición aquí encontró su fin un infame opresor 😱. Aunque ningún escrito atestigua el hecho, se cuenta que el Duque de Alba estaba descansando de sus campañas en Flandes en el Palacio de Piedrahita. Los habitantes de El Barco de Ávila aprovecharon para denunciar al alcaide del castillo por sus altos impuestos y sus continuos abusos de poder, especialmente con las damas más bellas de la localidad. Cómo el alcaide había sido nombrado por el propio Duque de Alba, decidió tomar cartas en el asunto, y al encontrarle culpable, lo ahorcó en esta puerta delante de los vecinos.
Calle de la Regadera y de la Gallareta
Recorre la antigua calle medieval que llevaba agua al recinto amurallado. En el s. XVIII en la Calle de la Regadera había casas que teñían lanas con este agua. Más adelante, en la Plaza Espeñuelas, un molino usaba el agua para moler grano. De este Antiguo Molino de las Espeñuelas todavía son visibles los grandes sillares en las esquinas, puertas y ventanas. Más adelante nace la Calle de la Gallareta, la más corta de la localidad y en la que abundaban las granjas de gallos. También recibe el nombre del callejón de los Combates, pues fue escenario de enfrentamientos entre españoles y franceses en la guerra de la Independencia. Continuamos por la calle de la Alameda y la calle Parada para llegar de nuevo al Puente Medieval para terminar nuestra visita al Barco de Ávila.
Cómo llegar a Barco de Ávila
🚘 En coche
La carretera N-110 conecta El Barco de Ávila con Ávila capital y con Plasencia. Si eliges ir en coche a El Barco de Ávila no tendrás mucho problema en aparcar. Te recomendamos estacionar en el Paseo de Yecla, al lado del Museo de la Judía y el Puente Viejo. El Barco de Ávila también dispone de un parking de autocaravanas en las inmediaciones del Castillo, aunque no ofrece ningún tipo de servicio.
🚍 En transporte público
Aunque hay autobuses desde Ávila capital y desde Salamanca, la comunicación más fluida es con Madrid. Todos los días tienes autobuses desde la Estación Sur de Madrid dirección Plasencia o Aldeanueva con parada en El Barco de Ávila.
Alojamiento en Barco de Ávila
La localidad tiene alojamientos para todos los gustos y presupuestos, desde hostales y casas rurales a hoteles de 4 estrellas. Aunque en el siguiente enlace puedes verlos todos, te vamos a recomendar una casa rural muy especial. A pocos kilómetros al sur de El Barco de Ávila siguiendo el curso del río Tormes por la AV-P-537 está Navatejares. Allí hay una antigua chocolatería transformada en un encantador complejo de apartamentos rurales, la Quinta del Chocolatero. Además, en 2016 recibió el premio al Mejor Alojamiento Rural de Ávila. Si todo esto no te convence no te preocupes, que lo hará la amabilidad de sus propietarios, Victoria y Rodrigo 😉.
Ya sabes todo lo que ver en El Barco de Ávila ¿a qué estás esperando para conocer esta joya abulense bañada por el Tormes? ¡¡Hasta pronto!!
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